Las Dentelladas
Por El Tiburón
Corría el año de 1995; nos gobernaba el presidente más guango y pusilánime que ha tenido Mexicalpán de Las Tunas: Ernesto Zedillo Ponce de León. Nos tenía en la lona la crisis más perra que hasta ese momento se había conocido (acababa de pasar el “error de diciembre” atribuido por Salinas a las malas decisiones de Zedillo, y que había dejado en la calle a millones de mexicanos); un año antes se habían quebrado a Colosio y despuecito a Ruiz Massieu. El PRI proponía en el Congreso que el IVA pasara del 10 al 15 por ciento.
Dicen las crónicas de entonces que el debate fue intenso en el Congreso, pero el RIP tenía mayoría, así que, a pesar del pataleo de la oposición, vino el momento del voto y el RIP nos la dejó… Hilario. Aquel momento quedó inmortalizado por una foto publicada por los diarios nacionales donde se veía a Humberto Roque Villanueva, un político encumbrado de aquellos años y quien al parecer todavía no ha pasado a rendir cuentas con Lucifer, haciendo la “roqueseñal”, movimiento corporal total que ustedes seguramente ya conocen, pero que traducida al chichimeca quiere decir algo así como “nos los enchufamos”.
Efectivamente el RIP nos había enchufado a todos. Pero cinco años después les devolvimos el piquete y los del RIP tuvieron que dejar Los Pinos. O sea en el 2000 nos enchufamos a los del RIP. El pueblo se enchufó a los del RIP.
Con la experiencia de aquellos años, los líderes priístas de hoy dijeron, con miras a las elecciones del pasado 5 de julio de 2009, que habían aprendido la lección, que no se volverían a separar del pueblo y propusieron, en el terreno económico, suprimir el impuesto empresarial a tasa única (IETU), suprimir el gravamen a los depósitos en efectivo, bajar el ISR y no aumentar el IVA. Ganaron casi la mitad de los distritos electorales y quedaron como la primera fuerza en el Congreso de la Unión.
Y ayer nos acaban de mostrar cómo saben cumplir los legisladores “priyistas” los compromisos que firmaron hasta ante notario.
Ayer, en contubernio con el gobierno de Felipe Calderón, acordaron subir el IVA de 15 a 16 por ciento; acordaron gravar con 3 por ciento las telecomunicaciones, excepto telefonía móvil; subir 85 por ciento el impuesto especial a tabacos y 26 por ciento a cervezas, así como imponer una cuota de 3 pesos a cada botella de bebidas alcohólicas. Aceptaron subir el impuesto a depósitos en efectivo del 2 al 3 por ciento y redujeron la cantidad a partir de la cual se aplicará el impuesto de 20 mil a 15 mil pesos de depósito en efectivo. Además aceptó subir el ISR (Impuesto Sobre la Renta) a 30 por ciento. Y eso que se habían comprometido ante notario a no incrementar impuestos y a desaparecer algunos de ellos. ¿Qué tal si no se hubieran comprometido ante notario? Como dijo el tabasqueño: ¡Puta coño!, no quiero ni pensarlo.
Dice la crónica legislativa de La Jornada de hoy, 20 de octubre de 2009, que en la reunión priísta algunos diputados que se les nota que todavía tienen tantita madre, preguntaban, ¿cómo les vamos a explicar a nuestros electores que no vamos a cumplir lo que firmamos ante notario? Y que un legislador de Coahuila gritaba que eran jaladas lo que estaba acordando el RIP pues, apenas unos días antes acababan de arrasar en su estado con la propuesta de no elevar impuestos. Si estos legisladores que protestaron de veras tiene un pedazo de mamá, seguramente van a renunciar al RIP, si no, sólo se van a desaparecer 3 años de su distrito y en cuanto salga el candidato a la presidencia, van a regresar a pedir el voto a sus electores. ¡Otra vez nos la van a dejar… Hilario!…..
En el año 2000 les regresamos el piquete, ahí ustedes dirán si nos quedamos con él sin rechistar o les regresamos la atención, que le voy a decir que en realidad sólo fue el gusto por la puritita venganza, pues ya ven cómo nos tienen los del PAN que tampoco iban a aumentar los impuestos y nos iban a tener un chingo de empleos. Piénsele amigo, nomás no descuide su retaguardia…..
