Las Dentelladas
Por El Tiburón
¿Seguir penalizando o despenalizar el aborto en Guerrero?
Cuando uno conoce a los políticos que pretenden ocupar un
puesto de elección popular, por ejemplo, una presidencia municipal o una
diputación, no hay mucho problema para el votante que va a decidir quién será
el agraciado –o desgraciado- que ocupará el puesto en disputa. La gente
simplemente piensa, fulano es malo y mengano es peor, pero –luego duda- como
Mengano me invitó a una peda con motivo de su cumpleaños y además se va a caer
con 200 varos por voto… me voy con… No’stácabrón...
mejor me quedo con fulano y me chingo los 200 varitos de mengano.
El problema es cuando –como ahora- salen un montón de gallos
con ganas de sentar sus reales en el gallinero, y no se sabe qué piensan, que
trae en la maceta cada uno de ellos; es más no se sabe siquiera si tienen
desarrollada la capacidad de pensar; no se sabe en qué creen ni qué demonios
proponen para sacar adelante el cargo por el que suspiran; no le alcanza uno a
ver las prendas.
Por eso es tan importante que los políticos que quieran
sentarse “donde hay” hablen, opinen –no importa que digan puras barrabasadas-,
pero la verdad la mayor parte de los políticos se hacen patos a la hora que les
preguntan su opinión sobre los problemas que más afectan a la raza de bronce. “Apágale
a la grabadora güey”, le dicen al reportero y salen corriendo, después de haber
deslizado -subrepticiamente o de manera descarada- un billete en la mano
izquierda del entrevistador. Recuerde que en la derecha traía la grabadora el
reportero y por tanto no podía recibir el billete con la diestra.
En el caso de los que quieren ocupar la silla que disfruta
ahora Jorge Sánchez… perdón el sillón que goza Eric Fernández Ballesteros, sólo
Jorge Allec Maciel y Ana Lilia Jiménez Rumbo han abierto su pico para opinar
sobre alguno de los grandes temas que afectan a la sociedad zihuatanejense y
guerrerense en general; el resto quizás le saca a abrir la boca o de plano no
se le ocurre ni una tontería, por lo menos. Y es que cuando los políticos abren
la boca se comprometen, así que todos los que quieren entrar al manejo del presupuesto,
deberían opinar sobre cada uno de los asuntos de la comunidad para que sepamos
cómo le funcionan o siquiera si le funcionan las neuronas.
Hay un asunto en el que tanto Ana Lilia Jiménez Rumbo como
Jorge Allec Maciel ya opinaron y precisamente en sentidos contrapuestos, así
que bien podemos comenzar ya a comparar qué armas trae en la cabeza y el
corazón cada uno de ellos. Ambos opinaron sobre la iniciativa presentada ante
el Congreso del Estado por el gobernador Angel Aguirre, conocida como Ley para
la despenalización del aborto. Veamos lo que dijo cada uno de ellos y
preparemos los aplausos o la caja de jitomates.
Jorge Allec dijo: Nada ganamos con embotellar a una mujer
que aborta. Ana Lilia dice: Tambo a la mujer que aborte. Los demás no dicen ni
pío. Así que si usted quiere que sigan mandando a la cárcel a las mujeres que
aborten, que por cierto, siempre son mujeres muy pobres, prepárese a votar por
Ana Lilia y si usted está de acuerdo en que “Nada ganamos con encarcelar a una
mujer que aborta”, como dijo Jorge Allec Maciel, vaya usted guardando su voto
para Jorge cuando el PRD le pregunte a quien quiere como alcalde.
Por hoy hasta aquí le vamos a dejar, no sin antes reiterar a
todos los suspirantes que la raza quiere oír algo de su ronco pecho, aunque sea
una seguidilla de tos. Au revoir.