lunes, 28 de octubre de 2019

¡Vámonos desempolvando!

Estos comentarios fueron publicados el LUNES, 9 DE JUNIO DE 2014. Hoy, luego de leer las noticias sobre los congresos distritales de Morena, veo con sorpresa el enorme parecido entre el PRD y Morena, así que lo invito a leer estas líneas que usted podrá actualizar sustituyendo las siglas del PRD por Morena.¡Vámonos desempolvando!

¡Qué gacho! ¡Pide el PRD al INE que le organice su elección interna!

Las Dentelladas del Tiburón

Cómo cambian las cosas, mi estimado. Antes estaba más o menos claro que un partido político debería estar formado por individuos que, por lo menos, coincidieran, aunque fuera un poco, en su forma de concebir el mundo, en su manera de entender los problemas de su rancho y en la idea de cómo resolverlos; es decir, que un partido debería estar formado por individuos con una cierta afinidad ideológica. Como así eran las cosas hace algunos decenios, no se veía muy seguido que un militante estuviera hoy con el Partido Comunista y mañana con el PAN o con el Demócrata Cristiano.
Hoy, la cuestión es muy diferente; de repente ve usted a un señor que es militante del PAN, luego se pasa al RIP y después al PRD y luego ya se anda preparando para regresarse al RIP otra vez. No señor, no estoy hablando del senador Armando Ríos Piter, estoy hablando en general.
Intrigado pues por este oscuro y aparentemente inexplicable asunto, pregunté a mi camarada Ponciano, viejo militante de la izquierda desde los tiempos de Demetrio Vallejo y Valentín Campa, ¿a qué se debe este brincadero de fulanos de un partido a otro como si se tratara de charcos de los mismos lodos? ¿Qué si todavía está vivo Ponciano? Claro que lo está, vive aquí entre Pantla y El Coacoyul.
Argumenta Ponciano que son dos los fenómenos que cambiaron a los partidos; uno, el financiamiento público (o sea el dinero de usted, estimado contribuyente, que comenzaron a darles desde el año 1977) y el otro fue la posibilidad de “carrancearse” ese dinero público. Asegura Ponciano que esto fue eliminando las diferencias ideológicas y políticas de los partidos y fue haciendo de ellos un buen espacio para ganar bastante dinero, hacer diputadas a las sirvientas leales y a las queridas de los señores y enriquecerse a lo bestia. No, no, no hablo del Niño Verde, sigo hablando en general. Por eso ahora pueden los políticos brincar de un partido a otro sin mayor problema, pues, matices aparte, todos son la misma chingadera, dice Ponciano.
Siguió Ponciano diciendo que ya se imaginará usted los cambios que se operaron en los partidos con la entrada de dinero fácilmente succionable de las arcas partidarias. Si bien antes sólo los valientes querían encabezar los partidos de oposición o perseguidos como el Partido Comunista de aquellos tiempos, una vez que entró la lana fácilmente expropiable comenzaron a sobrar candidatos a hacerse ricos y comenzaron a pasar a segundo, tercero y último plano la defensa de los intereses de las clases que pretendían representar.
La elección de dirigentes del partido, que antes era fácil: Una simple asamblea, levantamos la mano, contamos y ya tenemos dirigente del partido; con la entrada de la lana de usted se convirtió en una pelea de perros. ¿Qué peleaban Madero y Cordero en el PAN hace apenas unas semanas? ¿Qué pelean los chuchos contra los otros en el PRD? Yo aseguro y afirmo, con la mano en la lumbre, que es la pasión por los colores partidistas y la profunda ideología que quiere renacer en el ronco pecho de los lideres la causa de la disputa, pero Ponciano dice que ni madres, que es un pleito por el dinero y el poder que dan los partidos subsidiados con lana que le falta a usted para mantener a los chilpayates que tiene con sus 5 mujeres.
Bueno, puntualiza y reafirma el camarada Ponciano que los que de plano han llegado al colmo del cinismo son los perredistas, pues no sólo han convertido en un cochinero sus procesos internos, sino que, además, se niegan a corregirse. Por ello (¡hágame usted el rechingado favor!, exclamó Ponciano) pidieron al INE, es decir al estado burgués –según las categorías anacrónicas que usa Ponciano- que por favor les vaya a organizar sus elecciones internas pues ellos no tienen remedio y son incapaces de realizar unas elecciones mínimamente creíbles. ¡qué vergûenza, camaradas!, exclamó Ponciano.
¿Y qué creen que les contestó el INE, brazo electoral del estado burgués represor encabezado por el aberrante RIP y el gacho de Peña Nieto? Que con gusto les organiza hasta dos, sólo que la primera les va a costar sólo 95 millones de pesitos, mismos que los perredistas, todos, aceptaron pagar de inmediato de las prerrogativas por que, primero, es dinero que todavía no es de ellos y, segundo, aseguran que si la organizan por sí mismos va a haber muertos y hasta el jugoso negocio podría ponerse en riesgo.
Todo esto asegura el camarada Ponciano, aunque yo creo que ya anda chocheando, así que es mejor que no le haga usted caso. Le prometo que en la próxima invitaré a un comentarista que esté un poco más actualizado.