sábado, 16 de noviembre de 2019

Evo, el dictador

Evo, el dictador
Para mi amigo Vicente Castañeda
Hay quienes, a estas alturas, aún no se han dado cuenta que las sociedades de todos los países del mundo están divididas. Es más, no se han dado cuenta que se ha desatado una verdadera guerra entre pobres y ricos en la que estamos interviniendo todos, hasta los que no abren la boca.
Creo yo que la causa principal de esta guerra brutal es la causa económica. El mundo está dividido, principalmente, entre pobres y ricos. A los pobres les conviene que haya empleos para todos, que se paguen buenos salarios que les permitan tener acceso a todos los satisfactores que requieren, o, en su defecto, si los salarios son bajos, que el estado –con los recursos que capta de los impuestos- les otorgue salud y educación gratuita, acceso a vivienda digna, acceso a la cultura y el deporte, etc.
Por lo general, en nuestros países, los dueños de grandes volúmenes de dinero esperan que los salarios permanezcan bajos; que no haya paros ni huelgas y que los impuestos se conserven lo más raquíticos posible para obtener cada vez ganancias mayores. Ah y que el estado no contrate tantos empleados y sobre todo que no se meta en los asuntos de la economía ni de las políticas de atención de las necesidades que la población no puede darse a sí misma debido a los salarios de hambre que percibe.
En todos los países los ricos son menos que los pobres. Según el CONEVAL, en México, mientras 43.6% de la población se encontraba en pobreza o pobreza extrema en 2016, sólo 22.6% fue clasificada como no pobre y no vulnerable (Forbes 30/ago/2017), no obstante, hay que señalar que los dueños del mundo son sólo un puñado de individuos que no se cansa de acumular dinero y creen que deben mandar en todos los rincones del mundo.
Cuando una clase o sector de una clase social tiene el poder político, cuenta con herramientas de carácter legal para fortalecer la posición de los suyos. Si los ricos tienen el poder, se arman de herramientas legales para que el capital crezca co0mo a ellos les gusta. Si los pobres logran hacerse del control del estado, cuentan con instrumentos para poder mejorar las condiciones de existencia de los suyos. Esto es la expresión civilizada de la lucha de clases.
Como se supone que vivimos en regímenes democráticos donde pobres y ricos valemos lo mismo, el pobrerío debería tener el control de la mayoría de los países del mundo, pero esto no es así. Casi todos los países del mundo son gobernados –directa o indirectamente- por los dueños del dinero… con el apoyo de un sector de los que tienen poquito dinero y muchos de los que no tienen un peso pero están sumidos en la ignorancia y la falta de conciencia.
Veamos el caso del gobierno que encabezaba Evo Morales. Casi nadie niega que su gobierno ha sido de los más exitosos y no sólo de América. Según algunas publicaciones Evo Morales ha sido catalogado entre los mejores presidentes del mundo al haber transformado su patria, Bolivia, en una de las naciones con mayor desarrollo de América Latina. Sin embargo, sus contrarios, los dueños del dinero y aquellos pobretones sin conciencia conquistados por la propaganda que inunda los espacios de los medios de comunicación, lograron el apoyo de las fuerzas armadas y consiguieron su dimisión. Que es un dictador, dicen y por eso tenía que irse.
De acuerdo con el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española se entiende por dictadura el régimen político que, por la fuerza o violencia, concentra todo el poder en una persona o en un grupo u organización y reprime los derechos humanos y las libertades individuales. Desde este punto de vista Evo no era un dictador pues él y su movimiento y sus aliados se hicieron del poder por medio de las votaciones y no se apartó de la ley en el respeto a los derechos humanos y las libertades individuales.
Los contrarios de Evo Morales dicen que es un dictador por que pretendía gobernar el país por cuarta ocasión. No les importó que fuera un buen gobernante, lo que querían era que se fuera porque era –merced a los errores políticos del ahora ex presidente- el único que podía ganarles las elecciones.
Marx dice que todo estado es una dictadura no importa si un gobierno se mantiene uno o dos períodos al frente del estado o si se mantiene por un siglo. Hasta donde entiendo, Marx considera que toda clase social en el gobierno se constituye en una dictadura por que la clase que gobierna impone a las demás su manera de entender el mundo e impone en el terreno legal la defensa de sus propios intereses. Por esa razón, toda democracia es en realidad una dictadura dice. De ahí que incluso el gobierno obrero que años después se hizo realidad en la URSS fue denominado por él como la dictadura del proletariado.
Si Marx tiene la razón, todos los países viven en condiciones de dictadura, la única diferencia es la clase o sector que representan quienes ejercen el poder en un lugar determinado. Veamos, ¿existe una dictadura de clase en los EE UU? Bueno, busque usted los cambios que ha sufrido su constitución en relación con la propiedad de los medios de producción y la distribución de la riqueza y sabrá usted la respuesta. Desde luego, la existencia de la lucha de clases determina que, en muchos países, se operen cambios graduales que van modificando las condiciones de los trabajadores, pero, el interés fundamental de la clase que gobierna, permanece incólume.
Si aplicamos el punto de vista de los enemigos de Evo, diríamos que en México no ha existido dictadura desde los tiempos de Porfirio Díaz, pues los presidentes se han ajustado a un período de gobierno. Pero si aplicamos el concepto de clase, entonces veremos que, desde hace muchos años, los adinerados de México han instituido una férrea dictadura que mantiene con hambre a millones de mexicanos. Es cierto que, exceptuando el gobierno de Lázaro Cárdenas, que sí afectó la gran propiedad agraria, con el resto de priistas y panistas hemos vivido una auténtica dictadura, falta ver por dónde se va lo que llaman la Cuarta Transformación. Es cierto, hay matices en las épocas y en los estilos personales, pero en lo principal todos apuntan hacia el fortalecimiento del desarrollo del capital. Eso es lo que se llama la dictadura burguesa.
Como es mejor que los pueblos vivan en paz, lo deseable sería que en cada país gobiernen los mejores y quienes sean capaces de ganar una elección. Los que no puedan ganar las elecciones tienen que esperar su turno, la otra salida es el derramamiento de sangre.