miércoles, 23 de diciembre de 2009

Ya no por los pobres, hagámoslo para no pasar vergüenzas


Las Dentelladas

Por El Tiburón

            La verdad, mi estimado, leyendo el inicio de una nota en el diario nacional La Jornada me dieron ganas de bromear, pero luego al continuar la lectura me entró rabia, camaradas, y de plano no pude entrarle más que en serio a este asunto.
            Dice la nota que Luis Inacio Lula Da Silva, presidente de Brasil, emitió un decreto que eleva el salario mínimo de aquel país sudamericano en un 9.67 por ciento, 5.5 por ciento por arriba de la inflación. Y no sólo eso, señala la nota que con ese incremento, que tendrá que aprobar todavía el Congreso de aquella nación, el salario mínimo quedaría en 286.51 dólares mensuales, o sea $3,734.63 pesos mexicanos.
            Perdonen que me ponga mi capucha de incógnito, pero me da vergüenza, camaradas ¿cómo es posible que Brasil pueda ofrecer a sus trabajadores como salario mínimo más del doble de lo que México, el gobierno de México y su clase política y su clase gobernante, ofrece a sus trabajadores?
            Aquí, en Mexicalpán de las tunas, el salario mínimo subió 4.85 por ciento y llegó, en los mejores casos, a $57.46 , que quiere decir que al mes, le ofrecen al trabajador $1,723.80, que equivale apenas a 132.6 dólares. En Brasil 286.51 dólares, en México sólo 132.6 dólares. Y no sólo eso, según la misma nota, el decreto establece parámetros para cuidar el salario mínimo de aquí hasta el 2023. De veras, camaradas, no tenemos madre, ¿cómo hemos tolerado que el país que era líder de América latina, que caminó junto a los demás pueblos latinoamericanos el camino de la independencia y la revolución liberal democrática se haya convertido en un país de cuarta?
            Mis estimados camaradas, pensaba chingarme un litro de tequila el día de mañana, pero ahora, de puro encabronamiento me voy a chingar dos litros, ¡No es posible, camaradas, no es posible!
            Andrés Manuel López Obrador decía que le diéramos primero atención a los pobres para que no se armen los chingadazos en esta patria Chichimeca nuestra, pero si no lo hacemos por los pobres, como proponía El Peje, por lo menos hagámoslo para que podamos andar por las calles del mundo con la frente en alto y no andemos tapándonos la cara de vergüenza, no andemos pidiendo su “burka” a las mujeres afganas para que no nos vean la cara de pena por que estamos convirtiendo a nuestro país en una mierda.
            Por lo pronto no se me ocurre otra idea que pedirle a los brasileiros que hagamos un cambalache nomás por tres años: Que ellos se lleven a Felipe Calderon, a varios gobernadores, entre ellos a Zeferino Torreblanca; a Cartens, a Guillermo Ortiz, a Beltrones, a Beatriz Paredes, a Carlos Navarrete; a los líderes del PAN y otra bola de líderes ineptos de este país y que nos presten a Lula, a los conductores de la economía de Brasil y a los dirigentes de sus partidos políticos y a los líderes de diputados y senadores, nomás con eso.
            Créame usted, mi estimado, que no me queda claro si estos hombres que están poniendo al pueblo de Brasil en mejores condiciones podrían colocar a México a la cabeza pero de lo que estoy seguro es de que en tres años Brasil estaría debajo de nosotros. Me cai. Estos mexicanos no fallan.
            Camaradas de la hoz y el martillo del Chapulín Colorado, por favor pasen la nochebuena y la navidad lo mejor que puedan; disfruten ahora y propónganse que el año que viene, entre todos los mexicas que hemos estado nomás a la expectativa vamos a buscar una manera de hacer de nuestro país un mejor país. ¡Salud!