lunes, 17 de mayo de 2010

Parte de la historia del “Jefe Diego”


Las Dentelladas
Por El Tiburón

            A estas horas, todo mundo sabe que el sábado pasado por la mañana, sus hijos buscaron a Diego Fernández de Cevallos en un rancho de su propiedad en Querétaro y no lo encontraron. El político panista desapareció entre la noche del viernes y la madrugada del sábado. Sobre las causas de su desaparición se han tejido muchas historias, pero oficialmente no se sabe nada. No saben quién lo “levantó”, no se sabe dónde está, qué pretenden sus captores, incluso si está vivo.
            Muchos de ustedes, que son personas muy enteradas de lo que ocurre en la política, saben quién es Diego Fernandez de Cevallos. Vamos aquí a recordar algunas de las cosas que de él se dijeron para los lectores jóvenes y para quienes ya no recuerdan algunos de los hechos más relevantes de la historia.
            Aunque hay quienes creen que nació en Querétaro, varias fuentes coinciden en que nació en el Distrito Federal en 1941, o sea, ahora tiene 69 años. Ha sido diputado, senador y candidato a la presidencia de la república en 1994. Es licenciado en derecho por la UNAM, ha destacado como abogado aunque ha sido acusado de utilizar sus influencias para obtener información y beneficios económicos.
            Ha sido un elemento muy influyente dentro del PAN; siendo diputado fue coordinador de la bancada (1991) y de ahí surgió el mote de “El Jefe”. Cooperó con el PRI y con Salinas, junto con Luis H. Alvarez, lo que llevó a la salida del PAN del grupo conocido como “Foro Doctrinario” formado por González Schmall, Pablo Emilio Madero, Bernardo Batiz y otros. Apoyó la quema de boletas del 88, elecciones consideradas fraudulentas.
            En 1993 fue candidato a la presidencia de la república; contendió contra Ernesto Zedillo y  Cuauhtémoc Cárdenas. Escenificaron los tres el primer debate televisado entre candidatos presidenciales. Las opiniones mayoritarias coincidían en que Fernandez de Cevallos ganó el debate y su campaña dio un salto. La derrota del PRI parecía inminente. Sin embargo, de manera inexplicable la campaña del “Jefe Diego” bajó de manera notable y posteriormente trajo su derrota. Muchas voces decían que había recibido dinero para no ganarle a Zedillo.
            En 2000 ganó una senaduria plurinominal, fue coordinador y constantemente acusado de ejercer tráfico de influencias, así como de obtener fallos favorables a sus clientes contra el gobierno, siendo él parte del legislativo. El PRD pidió incluso juicio político contra él.
            La Jornada, en su edición del 28 de junio de 2002 y en nota de Andrea Becerril y Roberto Garduño, documentó algunos de los polémicos casos que llevaron a mucha gente a pensar que era un pillo de siete suelas.           
            Fue en los inicios del sexenio foxista cuando los abogados Diego Fernández de Cevallos y Antonio Lozano Gracia lograron en pocos meses el fallo del Poder Judicial por el que se condenó a la Secretaría de la Reforma Agraria (SRA) a pagar más del equivalente de su presupuesto anual a los herederos de Gabriel Ramos Millán.
            La resolución había quedado detenida más de ocho años, hasta que el bufete jurídico de los panistas intervino. Se trató de un negocio familiar, porque Lozano Gracia es concuño de Gabriel Ramos Fernández, albacea de los demandantes beneficiados con la sentencia por la que deberán recibir más de mil 214 millones de pesos, toda vez que Socorro Pineda, hermana de su esposa, Guadalupe Pineda, está casada con Gabriel Ramos Fernández.
            Uno de los casos más sondados fue la devolución que consiguió el despacho del Jefe Diego, como le apodaban, de 1,800 millones de pesos por concento de IVA y IEPS a la empresa mexicana Jugos del Valle en el 2000.
            Al abogado se le recuerda también por el regalo que recibió en 1993 de manos del entonces gobernador de Guerrero, Francisco Ruiz Massieu (cuñado de Carlos Salinas de Gortari). El presente comprendía terrenos en Punta Diamante en Acapulco, que sumaban 60,000 metros cuadrados.
Incluso, en la Cámara de Diputados algunas fracciones investigan la actividad profesional de los abogados-legisladores Salvador Rocha Díaz y Diego Fernández de Cevallos. Se sabe que el primero firmó contrato con Pemex por 8 millones de dólares a cambio de los servicios profesionales de ambos personajes.
            De ese convenio económico se desprendió la iniciativa presentada por Salvador Rocha Díaz para legalizar la vigencia de los contratos de servicios múltiples, que en primera instancia atentarían contra la soberanía del país al dar a petroleras estadunidenses la explotación de yacimientos de gas natural.
            El abogado-senador Fernández de Cevallos participó de forma directa en la costosa fusión del Banco del Atlántico con Bital, hecho que costó al erario 13 mil millones de pesos.
            El 23 de diciembre de 1997 se inició el proceso mediante el cual Banco Bital adquiría al Atlántico. Y en un procedimiento absurdo, la fusión se prolongó hasta el pasado abril 2004, una vez que el Instituto para la Protección del Ahorro Bancario (IPAB) fue derrotado por el despacho Fernández de Cevallos y obligado a pagar 13 mil millones de pesos a la institución bancaria adquiriente. Todo esto con la complicidad de Fauzi Handam también abogado panista.
            Durante el actual gobierno panista, el abogado Fernández de Cevallos le ganó también un juicio a la Secretaría de Hacienda, por el que obligó a la dependencia a regresar mil 600 millones de pesos a la empresa Jugos del Valle, por impuestos mal retenidos.
            Esta historia que aquí hemos contado es clave para entender muchas posiciones de los mexicanos ante su desaparición. Seguimos mañana.