jueves, 30 de diciembre de 2010

Haciendo Tiritas (2) Ed. 15. También el cielo se dividió


También el cielo se dividió

Dice un boletín enviado al Diario de Zihuatanejo por fuerzas desconocidas desde el municipio de Petatlán, que, el pasado 15 de diciembre, “el candidato cercano a la gente (será cercano al piso, por lo chaparrito), como parte de su gira por esta región, arribó primero a la iglesia de Nuestro Señor Jesús de Petatlán; desde el púlpito, el párroco auxiliar Juan García Tapia (quien -se
entiende- no se encontraba preparado) improvisó una breve homilía en la que hizo votos por tiempos mejores para Guerrero con Manuel Añorve dirigiendo los futuros de Guerrero” (puntuación y sintaxis añorvista excepto comentarios entre paréntesis).
“Después de darle una bendición y rociarlo con agua bendita (la cual al hacer contacto con la piel del interfecto seguramente chirriaba y sacaba humo como si cayera sobre una plancha caliente), Manuel Añorve salió hacia la avenida principal donde ya lo esperaba una multitud, al lado del presidente municipal Albino Lacunza y su par de Zihuatanejo, Alejandro Bravo, para enfilar la marcha hacia la plaza principal de Petatlán”.
Dice otro boletín publicado por el mismo diario pero originado en las filas contrarias que “Ángel Aguirre Rivero, candidato de la Coalición “Guerrero Nos Une”, en compañía de su esposa, Laura del Rocío Herrera, acudieron como invitados especiales a una convivencia con todos sacerdotes de la diócesis de Acapulco que abarca además de ésta, las regiones de Costa Grande y Costa Chica” (no se aclara si los sacerdotes de base acudieron por su gusto o hubo acarreo). Dice la nota que ahí estuvo, concitando las fuerzas del cielo a favor de Aguirre el arzobispo de la diócesis de Acapulco, Carlos Garfias Merlos, quien, con el mayoritazo le dio jaque mate al movimiento del curita de Petatlán. (Puntuación y sintaxis aguirrista en el entrecomillado).
Lejos están aquellos tiempos en que los políticos reconocían que no deberían mezclarse los asuntos del cielo con los del infierno, perdón, con los de la política, pero como no hacen caso, ya hasta al cielo dividieron.