jueves, 7 de enero de 2010

Los que arruinan la chamba de ABA


Las Dentelladas
Por El Tiburón

            Por ahí en alguna de mis humildes colaboraciones recientes comenté que, según mis asesores políticos, el presidente municipal de Zihuatanejo, Alejandro Bravo Abarca, había logrado levantar su administración con las medidas que puso en marcha en los últimos meses, luego de que se veía alicaída su gestión.             Expresamente mencionábamos, además de los trabajos realizados por el gobierno del estado en el centro de la ciudad, con la reconstrucción de algunas calles, la colocación de tejabanes y la remodelación de algunas áreas como el Mercado de Conchas, mencionábamos, digo, la campaña de limpieza, la pintura (aunque haya sido con cal) de las guarniciones, el arreglo de alguna jardinería y el alumbrado navideño de la ciudad. Con eso, el alcalde alcanzó a destantear a muchos ciudadanos que dejaron de poner el ojo sobre los problemas serios para dejarse impresionar con las luces multicolores y el ambiente navideño.
            Todo era romance entre los ciudadanos y el presidente hasta que apareció otra vez la hediondez de la Laguna de Las Salinas, que invade buena parte del centro y casi toda la parte turística, como el muelle, el Paseo del Pescador y las calles principales de la zona remozada. Puro metano, amoniaco y ácido acético.
            Es tal la pestilencia que ya el día de ayer un diario local informó del problema que nota todo el mundo, incluidos los turistas que, cuando les llega el petatazo, nomás clavan una mirada acusadora sobre el trasero del fulano que está más cerca como diciendo: ¡Cuando comas granadero quítale la macana, pelao! Varios comerciantes aseguran que los gases que emanan de la laguna les están provocando problemas de salud y daños a las mercancías de sus negocios, por ejemplo, a la plata que se pone negra de inmediato.
            No cabe duda, camaradas, el centro se ve muy bien y con las luces navideñas, algunas de las cuales ya se fundieron, se ve mejor. Reconozco que los últimos presidentes parecían bajados del cerro, no sabían lo que logran los foquitos de la navidad. En cambio ahora, las calles de la ciudad se ven limpias con la encalichada que le pegaron. Además, se mira animada la raza con los eventos que se llevan a cabo en el centro, sin embargo, camaradas de la hoz y el martillo, todo se viene abajo con el terrible mal olor que proviene de la laguna y que, al parecer, es una consecuencia de la inoperancia de las plantas de tratamiento y de la ineficiencia de los encargados de atender este asunto.
            Hasta donde entiendo, las plantas de tratamiento están bajo la responsabilidad de la CAPAZ. Bueno, pues todo mundo se pregunta ¿cuál es la razón por la que no cesan de inmediato al director de la CAPAZ, Obdulio Solís Bravo, quien parece que ni se entera de esta pestilencia y ponen en su lugar a algún técnico que quiera y pueda resolver este problema? No vayan a salir como Silvano Blanco que decía que era imposible resolver esta cuestión por que el centro se encuentra por debajo del nivel del mar y sólo hasta que, aprovechando el presupuesto del municipio, se fue a conocer la “uropas” se enteró que existe allá un grupo de naciones conocidas como los Países Bajos y que se encuentran debajo del nivel del mar y no apestan tan gacho.
            Nomás lo disculpaba la raza por que sabían que la única vez que había salido del país (como yo) había sido para ir de mojado a la pizca de la naranja, donde aprendió algo de inglés que luego le sirvió para el curricanaje.
            A Obdulio Solís y a todos los subordinados de él que tienen que ver con el funcionamiento de las plantas de tratamiento deberían de mandarlos a la… agrupación esa de naciones para que vean que sí tiene solución el problema del manejo de las aguas usadas. Deberían saber que están echando a perder todo el esfuerzo que ha puesto el personal del Ayuntamiento en la campaña de limpieza; que están echando a perder la inversión millonaria que ha hecho gobierno del estado y que están arruinando la administración de Alejandro Bravo Abarca por que ése no es el cambio que quiere la gente.
            Muchos de los ciudadanos que hasta hace poquito estaban felices con el trabajo de Alejandro han comenzado a pintar su raya. Ya hay quienes sospechan que quienes escriben aduladoras cartas dirigidas al alcalde en el blog del diario de Zihuatanejo, presuntamente turistas de Guanajuato y de Michoacán, todas sospechosamente muy parecidas en su redacción, son amanuenses enviados por el director de comunicación social, Felipe Salinas, para aparentar que nadie nota que detrás de las luces y la pintura, tenemos un desmadre con el drenaje y con las plantas de tratamiento de aguas negras.
            ¿Qué esperará Alejandro Bravo para comenzar con el cortadero de cabezas? ¿O será que no le deja a la CAPAZ ni un clavo para el cloro? Como quiera que sea, hay que ponerle remedio ipso facto. Ese es el cambio que quiere la gente.
            A mis escasos 24,343 lectores, les deseo sinceramente que el año que viene esté lleno, saturado, invadido, rebosante de aires limpios y aguas transparentes. Con eso la hacemos. ¡Salud!