lunes, 7 de febrero de 2011

Haciendo tiritas. La venganza del RIP

En el mes de febrero del año 2010, trascendió en los medios de prensa nacionales la renuncia de Fernando Gómez Mont, entonces secretario de gobernación, a su militancia en el Partido Acción Nacional. En el documento que presentó a la dirigencia panista, Gómez Mont dijo que se quitaba el uniforme blanquiazul por “razones que me veo obligado a no revelar por discreción profesional”.
Poco a poco y contra la voluntad de los actores, se fueron conociendo las razones del berrinche de Gómez Mont. César nava, entonces presidente del CEN panista admitió públicamente que se firmó un pacto entre Beatriz Paredes y él, teniendo como testigo “de honor” al secretario de gobernación fernando Gómez Mont.
Según Nava el pacto establecía que ninguno de los dos institutos se aliaría a otro partido para las elecciones del estado de México en este 2011. A cambio, el PRI se comprometía a aprobar el paquete económico, tal como lo había enviado el Presidente Felipe Calderón en octubre del año 2009. Entre otras cosas, el paquete contenía la propuesta de incrementar el IVA de 15 a 16 por ciento. El RIP se comprometió a avalar (y cumplió) que nos metieran una chinga.
A pesar de que el IVA fue aprobado con el apoyo del RIP, César nava consideró que el tricolor había incumplido en su compromiso y por ello se sintió liberado –según dijo- de la obligación de no promover alianzas con otros partidos en las elecciones del estado de México. Lo cierto es que a estas alturas de la polaca no hay honor, no hay moral, sólo intereses y muy oscuros.
El rompimiento de este pacto maloliente y gacho que atentaba contra los intereses de la raza de bronce y fierro negro, motivó que el secretario de gobernación renunciara no sólo al PAN sino incluso, meses después, a la misma secretaría de gobernación.
En este asunto el PRI y el PAN demostraron palmariamente que no les interesa la situación del pueblo mexicano (el PRD y los otros ya han tenido sus oportunidades de hacerlo), sino que, para ellos, lo principal es tener en sus manos el poder político, al costo que sea.
El PAN, para seguir con su estrategia para detener al PRI, promovió alianzas con el PRD en Puebla, donde llevaron al poder al panista Rafael Moreno Valle, quien recientemente tomó posesión en sustitución del “gober precioso”, Mario Marín Torres. En Oaxaca, la alianza entre estos dos partidos llevó al poder a Gabino Cué Monteagudo, quien entró el lugar del tenebroso Ulises Ruiz. En Sinaloa, la alianza azul y amarillo llevó al gobierno a Mario López Valdez, Malova. En el caso de Guerrero, aunque no fue defintiva la alianza del PRD con el PAN, pues no se formalizó, la verdad es que desde el punto de vista mediático, el anuncio de última hora de la declinación de Marcos Parra a favor de Angel Aguirre fue la puntilla para Manuel Añorve Baños y la coalición “Tiempos Mejores para Guerrero”.
Ya se imaginarán que, de por sí, los priístas ya venían enchilados por lo que había pasado en los otros estados, así que la jugada panista en Guerrero le acabó de llenar el buche de piedritas al RIP. Desde luego, el “Revolucionario” Institucional ha estado buscando la manera no sólo de contrarrestar el avance las alianzas “anti natura” como le llaman ellos a las del PAN y el PRD, sino que estan buscando la manera de vengarse del PAN y del propio presidente de la república. Bueno, pues parece que ya encontraron la forma de cobrarse las afrentas panistas. Ojalá nosotros encontráramos la manera de cobrarnos las que nos han infligido estos partidos.
Y así como a fines del 99 apuñalaron la espalda de los mexicanos aceptando la imposición de un IVA del 16 por ciento que se ajustaba a los planes panistas para el manejo de la economía nacional, hoy vuelven a utilizar los intereses populares para logar sus objetivos partidistas y no muy legítimos. Ahora se han reunido los priístas para discutir la posibilidad de llevar al congreso la propuesta de instaurar un IVA generalizado del 12 por ciento, lo que representaría un obstáculo para el gobierno de Felipe Calderón y que ellos quieren presentar como una propuesta en defensa de la economía de los mexicas.
Ahora sabemos que no es cierto, pero así es la política en México, los partidos no se preocupan por los problemas de la ciudadanía, sólo usan las necesidades populares para obtener lo que a ellos les interesa: Poder y dinero. Y desgraciadamente por unos o por otros tenemos que votar. Los mexicanos necesitamos un camino al margen de estos partidos para construir un país diferente. He ahí la necesidad claramente expresada. Usted dirá, mi estimado, cuando comenzamos.