lunes, 7 de febrero de 2011

Otro Ma...lovazo

Todo mundo ha comentado ampliamente que las elecciones que se llevaron a cabo el día de ayer en el estado de Guerrero para elegir al gobernador que sustituirá a Zeferino Torreblanca han sido no sólo lás más competidas de los últimos tiempos, sino también las más sucias, las que han tenido más actos violentos, las que más derroche de recursos han experimentado y la que más ha polarizado a la sociedad guerrerense.
Todo mundo coincide en que aquí se iba a librar y se libró la primera gran batalla por la presidencia de la república; la segunda será en el estado de México y la siguiente, la mera buena, la del 2012. De ahí que varios de los que aspiran a llegarle a la silla presidencial hayan estado metiendo su cuchara en el proceso, en diferente grado. Usted vio por aquí a Peña Nieto, vio a Ebrard, vio al Peje o por lo menos leyó lo que dijo y vio y escuchó a otros que también la desean tanto como los que he mencionado, aunque no tengan ninguna posibilidad.
Pero no sólo eso se estaba jugando aquí. Además del control del gobierno del estado (que fue lo central), muchos de los que han estado en la campaña de su gallo, han estado participando, de uno o de otro bando, con las esperanzas de colarse a la pelea por las presidencias municipales y las diputaciones locales, proceso que prácticamente arrancará a partir del lunes próximo.
Tanto en el bando de Aguirre, como en el de Manuel Añorve, se han estado moviendo algunos suspirantes que quieren apuntarse para sustituir a los actuales alcaldes de los municipios del estado y a los diputados. El mejor sueño de cada uno de ellos ha sido que el candidato lo vio en la campaña y dice muy convencido: “Me gusta este pelao para presidente del municipio”. Y que una vez en el poder, lo manda a llamar, le dice que tiene luz verde, le da un chingo de lana y le indica a los dirigentes del partido que él es el bueno y que hagan toda la pantomima para uncirlo... perdón para ungirlo candidato del partido.
Pero para no ir muy lejos veamos el caso de Zihuatanejo, uno de los municipios más importantes del estado. Por el lado de Añorve, había por lo menos tres con posibilidades de aparecer en la lista y como 20 que nomás habían cogido calentura al calor de la campaña. Por el lado de los aguirristas igual, están apuntados, por lo menos unos cinco, con el mismo nivel de posibilidades y como 25 de los otros.
A la hora en que escribo esto, el PREP ha avanzado un 42 por ciento y Aguirre ya le lleva una ventaja a Manuel Añorve de poco más de 82 mil votos, así que todo parece indicar que en Guerrero acaba de consumarse otro malovazo. El RIP está pagando el precio de la antidemocracia que se niega a abandonar como método de trabajo. Los priístas deben pedirle cuentas a Beatriz Paredes, a Rubén Figueroa y a René Juárez; ellos son los artífices de esta derrota que se está perfilando sólidamente.
Quiere esto decir que, además de los proyectos para gobernar la entidad, lo que se apostó aquí para la madre de todas las elecciones, se perdió. Y lo que se apostó para los suspiros municipales pues también se perdió, aunque sólo en parte, pues aunque hay quienes creen que si ganan estas elecciones pueden ganar por añadidura las municipales, también hay quienes aseguran que eso es harina de otro costal.
Tal como se perfilan hasta ahora los resultados, a lo mejor los que suspiran por la silla de Alejandro Bravo desde las posiciones del “pederrismo” han de pensar que ya la tienen en la bolsa, pero aguas que las cosas pueden ser diferentes. Pues una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa ¿a poco no?
Seguramente la coalición, como la vimos actuar en el municipio (“pederristas” más “priyistas” inconformes) no se va a sostener; una vez que esto termine, los priístas que en este proceso dieron sus votos al PRD, PT y Convergencia para que ganara Aguirre, seguramente esperarán a ver qué pasa. Esperarán a ver cómo se desarrolla la competencia interna, pero es improbable que el PRD cuente con los votos de ellos, así que el perredista que la quiera tendrá que partir de los votos que tiene su partido, por que esto que acabamos de vivir no creo que se extienda a los procesos municipales.
Creo entonces que no se debe dar por muertos, como se dice coloquialmente en el terreno de la polaca, a los que le apostaron al candidato que se encamina con fuerza hacia la derrota. No se agüiten que a partir de ahora entra algo así como un borrón y se abre una cuenta nueva.