lunes, 21 de febrero de 2011

Ante la crisis y la quiebra de los servicios de salud, crecen las cadenas de genéricos y similares

Por Juan A. Escobar
I.- El sistema público de salud: Ineficiencia y corrupción
    Para el año 2010, el IMSS reportó en la delegación Guerrero 727 806 derechohabientes; de ellos, alrededor de 90 mil corresponden a la subdelegación Zihuatanejo que comprende Zihuatanejo, Petatlán, La Unión y Coahuayutla.
En Petatlán el IMSS cuenta una Unidad Médica familiar. En Zihuatanejo, se encuentra el Hospital General de Zona con Medicina Familiar; en La Unión, una Unidad Médica Familiar y una más en Petacalco.
    El ISSSTE, según nota de la Voz de Michoacán del 12 de enero de 2011, atiende en una pequeña clínica de primer nivel -que genera múltiples quejas- a 28 mil derechohabientes. Por estas fechas debería ya estar inaugurada una nueva clínica terminada desde fines del año anterior.


    Los servicios estatales de salud cuentan con el Hospital Regional Bernardo Sepúlveda Gutiérrez (paralizado parcialmente desde hace meses por un conflicto laboral) y apoya con parte del personal y medicamentos a los servicios municipales de salud que tienen 19 centros de salud y 12 casas de salud, todos con atención sólo de primer nivel.
    Considerando la infraestructura antes descrita y la que existe en la medicina privada tradicional, que incluye clínicas y consultorios de prestigio pero de alto costo, podría pensarse que la atención médica de la población está garantizada, pero no es así y en parte explica el vigoroso crecimiento que han tenido en el puerto las cadenas de farmacias-consultorio de las cadenas de Similares y de los llamados medicamentos genéricos.
    El doctor Jesús García Reyes Valenzuela, director de los servicios municipales de salud, dice que, “estando bien equipados y con el personal completo” (lo qie casi nunca ocurre), el sistema municipal podría atender entre el 85 y el 90 por ciento de los pacientes que no tienen acceso a la seguridad social a través del IMSSS y el ISSSTE. El resto, lo atendería en segundo nivel el Hospital General.
Según dice García Valenzuela, la consulta en el sistema municipal tiene un costo mínimo de 20 pesos, pero tienen muy pocos ingresos (menos de 500 mil pesos al año por concepto de laboratorio, consulta, servicio odontológico, expedición de certificados) pues de cada 100 pacientes sólo alrededor de 15 pagan el costo pues el resto pertenece al programa oportunidades, al Seguro Popular (que también atienden), o son niños o adultos seniles o de plano no tienen recursos y se les exenta del pago.
El reportero pregunta al director de salud en el municipio a cuánto asciende el presupuesto municipal para salud en Zihuatanejo en 20011 y a cuanto ascendió en 2010. El funcionario lanza varios capotazos y no puede darnos la información. Y no es que haya mala fe. Luego, al entrevistar a varios directores municipales nos enteramos que casi ninguno de los directores conoce el presupuesto que se supone que ya están ejerciento desde el 1 de enero de 2001. Sólo Pedro Quiroz, de Desarrollo Rural, afirma que lo conoce y que anda alrededor de 5 millones en su área. Sin embargo, el propio director de Planeación, Genaro Flores, admitió que nadie conoce el presupuesto, sólo la coordinación de finanzas; ni él que se supone que es el que “planea”. El propio regidor Miguel Solorio Figueroa, nos confirmó que, a la fecha, el Cabildo no ha autorizado el presupuesto que, normalmente, se aprueba allá por octubre del año anterior para poder ejercerlo a partir del primer día del año. Pero aquí andamos un poquito retrasados, apenas el gobierno municipal anunció que en este mes comenzarían a aplicar 60 millones de pesos del año anterior que no se aplicaron y que –vaya usted a saber por qué- la contraloría no les ha exigido que devuelvan por no haberlo gastado dentro del ejercicio fiscal para el que fue liberado.
García Valenzuela admite que a la población que acude a solicitar servicio a los centros de salud se le surte alrededor del 40-50 por ciento de la medicina que se le receta, el resto la tiene que conseguir el paciente en las farmacias particulares que venden medicina de patente… o en las de genéricos y similares. Dice que el problema es que la medicina les llega a través de la jurisdicción sanitaria de Tecpan que retrasa mucho la entrega de medicinas, de tal modo que a los derechohabientes del Seguro Popular que atienden ellos sólo se les da la mitad o menos de la medicina mientras que los que se atienden en el Hospital General obtienen la receta completa por que ellos siempre cuentan con suficientes medicamentos por que les llega directamente de la federación, según dice. Como siempre, los recursos que pasan por el estado, se van quedando en el camino y nunca llegan completos a sus destino. Como que huele a corrupción. Y algo ha de haber pues apenas el sábado pasado, el senador Lázaro Mazón Alonso, probable secretario de salud del gobierno que entrará en funciones en abril,  habló al periódico El Sur de “irregularidades en el manejo del dinero del programa de Seguro Popular, pues el gobierno del estado no ha informado a la federación en qué gastó los recursos”. ¿Y la contraloría? Bien, gracias.
II.- La medicina privada tradicional: Fuera del alcance de las mayorías
    La medicina privada tradicional: Las clínicas y consultorios de médicos de prestigio, ante el embate de la crisis han ido quedando lejos del alcance de las familias de escasos recursos e incluso de los estratos inferiores de las clases medias y de los “tacaños” que, teniendo recursos, prefieren gastar en otras cosas y escatimar el gasto para la salud. Quizás por eso algunos médicos especialistas de prestigio que antiguamente tenían sus consultorios siempre con  buena afluencia de pacientes hoy ven decrecer sus ingresos por la falta de clientela.
    Según nos dice el doctor Oscar Maciel Reséndiz, un prestigiado pediatra nativo de esta localidad en donde ha ejercido los últimos 18 años y cuyo consultorio se encuentra frente a la zona conocida como La Parota, por la Unidad Deportiva,  un especialista en Zihuatanejo cobra una consulta de alrededor de 500 pesos, más lo que cueste la medicina en la farmacia. De acuerdo con su experiencia, una clínica privada del puerto, por la hospitalización de un menor con problemas de neumonía cobra alrededor de 2,500 pesos por día por concepto de cuarto, medicina, médico y demás servicios. Pero dice que aquí vienen pacientes de Guadalajara para cirugías de “trauma” que pagan precios más cómodos que en Guadalajara o Morelia donde tendrían que pagar 130 ó 140 mil pesos por un servicio de la misma calidad. Sin embargo dice que es un precio justo, pues el problema es que se han  disparado los precios de todos los productos y artículos.
    El doctor García Valenzuela incluso dice que sólo en estos consultorios o clínicas (como las del doctor José Milián, el doctor Juan José Téllez Castro y otros especialistas) es posible obtener atención de tercer nivel que no lo tienen los servicios públicos de salud.
III.- El crecimiento de las cadenas de genéricos y similares
    Mientras se profundiza la crisis económica, así como el panorama de ineficiencia y corrupción en la medicina pública, las farmacias-consultorios de las cadenas distribuidoras de medicamentos similares y genéricos crecen como los hongos bajo la lluvia. La mayoría de las farmacias que antes vendían sólo medicina de patente, hoy están entrando –para no quedar al margen del mercado- a la venta de genéricos cuyas franquicias principales son distribuidas por farmacias Similares, GI, MEDIGEN, DG, Primer Nivel.
Sin duda la cadena que más ha crecido ha sido Farmacias Similares, que del año 1997 a la fecha ha instalado más de 4000 farmacias en México, Guatemala y república de Chile así como transporte de productos farmacéuticos y 174 unidades de análisis clínicos en toda la república mexicana. El impacto en la estructura de laboratorios de análisis clínicos privados ha sido demoledor por los precios que manejan en los estudios, por debajo del 50 por ciento con respecto a la competencia tradicional.
En Zihuatanejo y Petatlán, en nueve años se han instalado 10 farmacias de Similares más otras tantas de otras cadenas distribuidoras de medicamentos genéricos. Y hoy todo mundo puede entrar al negocio de la medicina genérica. La franquicia Mi Farmacita Nacional, ofrece desde 25,000 dólares instalarle su farmacia-consultorio con genéricos y otro productos. Es un negocio a la alza.
IV.- La calidad de los medicamentos genéricos
Según la OMS, un medicamento genérico es aquel vendido bajo la denominación del principio activo que incorpora, siendo bioequivalente a la marca original, es decir, igual en composición y forma farmacéutica y con la misma biodisponibilidad. Los medicamentos similares son aquellos fabricados por laboratorios farmacéuticos diferentes al dueño de la patente a nivel mundial.
La presencia de genéricos y similares ha estado acompañada de un vivo debate en torno a la calidad y la confiabilidad de estos productos, pues su precio es muy bajo comparado con los precios de la medicina de patente. Según sus defensores, los genéricos son “lo mismo pero más barato”, sin embargo, infinidad de gente del medio de la salud, médicos incluidos, se han pronunciado en contra de este tipo de medicinas, por que, según ellos, no se compara la calidad con los productos que pretenden sustituir y no hay garantía de que contenga la sustancia que dicen. Incluso opinan que los pacientes tienen que acudir después a atenderse con otro tipo de médicos y medicamentos por que no resuelven el problema de salud. Y sin embargo, los consultorios que existen al lado de las farmacias similares y de genéricos, siempre tienen pacientes.
Actualmente en el país se vive un proceso que nos llevará de los genéricos intercambiables a los genéricos sin apellido; de acuerdo con las modificaciones al artículo 376 de la Ley General de Salud. Este proceso debe realizarse no importando si se van a comercializar con una marca o sólo con el nombre de la sal (genérico).
Al final de cuentas, cuando termine este proceso de revisión por parte de la autoridad, que se calcula que será a partir de junio de 2011, todos los productos que no pasen las pruebas de bioequivalencia o que no las hayan realizado van a desaparecer del mercado, quedando sólo los que hayan comprobado que son de calidad. Si no lo frena la corrupción que nos agobia, se dará un paso adelante pues ahora habrá confianza en el contenido de la medicina. Pero ya ven ustedes cómo nos las gastamos en México.
V.- Los médicos en las cadenas de genéricos
También en torno a la participación de los galenos en los consultorios ha generado un debate intenso. Dicen algunos que son vilmente explotados y que los utilizan sólo para incrementar la venta de medicinas, al grado de que reciben comisiones por la cantidad de ventas que generan, lo que trae aparejado desprestigio para la comunidad médica. Sin embargo se reconoce que es una fuente de oportunidades para jóvenes médicos generales que no pueden ser absorbidos por un sistema que tiene muchos enfermos que atender pero carece de recursos para contratarlos e incluirlos en el sistema nacional de salud pública.
El sábado pasado el reportero visitó uno de los consultorios de Farmacias Similares. Cuatro o cinco pacientes esperaban en la pequeña sala frente a un televisor. Curiosamente dos de las pacientes aseguraron que son derechohabiente del Seguro Social, pero que no asisten ni al IMSS ni a los centros de salud por que existe un trato despótico de parte de médicos y enfermeras; además de que hay que perder mucho tiempo para poder obtener una consulta y finalmente no se alivian por que las consultas se hacen con auscultaciones de “cinco segundos” que no tienen ningún rigor.
Luego entrevistamos a la doctora que atendía el establecimiento, una joven profesionista de 28 años, graduada apenas en el 2008 en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Ella es la encargada de atender a los pacientes que acuden al consultorio mencionado. Comenta que otorga un promedio de 20 consultas diarias en su turno de 8 de la mañana a dos de la tarde, a un precio de 30 pesos o menos si la situación del paciente lo requiere. La mayoría de las personas que acuden a consultarla son de bajos recursos económicos. No recibe ningún tipo de comisiones. Entre sus pacientes hay derechohabientes del IMSS, del Seguro Popular, de Oportunidades. Se quejan de maltrato, consultas ultra rápidas, demasiada gente y poca eficacia en el combate de las enfermedades. Le parece inadecuado que enfermos que son enviados por ella para su atención al segundo nivel sean regresados por el IMSS, pues no coinciden con la valoración que hace ella.
Dice que no encontró en el mercado de trabajo los espacios que esperaba desde sus tiempos de estudiante. En el sector salud le ofrecieron trabajo, pero al llegar al centro de salud se da cuenta que existen grupos que no te dejan trabajar y no hay otra: O te adaptas o te expulsa el medio; en el IMSS no se abrieron plazas para nuevos médicos, le ofrecieron “hacer méritos” sin cobrar en el Hospital general; cubrió algunas guardias nocturnas en clínicas privadas y finalmente le ofrecieron el consultorio de Similares donde al entrevistamos.
Dice que Similares es una oportunidad de trabajo, le gusta lo que hace y espera seguir preparándose en alguna especialidad. Es poco lo que gana pero se compensa con la satisfacción por la gente que la busca como su médico en el año y medio que tiene en el puesto. Entre los médicos que qtienden estos consultorios se encuentran también algunos que prestan sus servicios en instituciones públicas de salud, según pudimos saber.
VI.- Rumbo a la privatización y al mundo de los genéricos
Debido a los exiguos recursos que destina el gobierno mexicano a la satisfacción de las necesidades de salud del pueblo de México; debido a la crisis permanente que vive el país y el mundo entero, que alienta el proceso inflacionario y el encarecimiento de las medicinas, por un lado, y, por el otro, la reducción de los salarios, al parecer irá acrecentándose el proceso de privatización de la medicina pública.
De igual forma, todo indica que, en el mercado de los medicamentos, nos encaminamos al predominio de los genéricos y con ello a la reducción del costo de la curación de quienes sigan adquiriendo medicamentos de este tipo que, si la ley logra imponerse sin corruptelas, seguramente serán mejores y mermarán los excesivos ingresos de las grandes transnacionales de la medicina que son propietarias de la mayoría de las patentes.