miércoles, 4 de enero de 2012

El desagravio de Martín


    Hay quienes colocan a Martín Medina Reyes, notario público número 4 de Zihuatanejo, a la cabeza de la competencia por la candidatura del ìPederréî a la presidencia de este municipio para el 2012, por encima de Gustavo García Bello, Joaquín González y 20 “suspirantes” más que la desean con locura. Algunos de los que opinan esto, creen que tal posición la ha ganado el notario debido a su don de gentes, al cariño inmenso que -aseguran- siente por la raza de bronce; a la enorme aportación que -afirman- ha hecho al desarrollo de este municipio que lo vio nacer y a que está dispuesto a quitarse la camisa para dársela al primer desheredado que se le atraviese en el camino y no para acusarlo luego de robo, sino sólo para que cubra sus descobijadas carnes.

    Sin embargo, otros creen que la presunta posición delantera de Martín se la debe al apoyo de Amador Campos, quien -según ellos- habría dicho: Mira Martín yo ya no quiero la presidencia municipal; de mis seguidores ninguno sirve para maldita la cosa, así que te vamos a hacer alcalde para este trienio que viene, ¿cómo la ves? Y que Martín habría dicho: ìMira, voy a pensarla, dame de plazo tres... -¿Tres meses? -¡Níhombre! ¡Tres segundos!, pues dicen que ahí hay lana a lo bestia y que nadie protesta si ésta desaparece como por arte de magia. Otros más, desde luego, dicen que es totalmente falso que Martín vaya adelante.
    Pero a nosotros nos interesa hoy revisar la relación tormentosa entre el ex presidente y ex diputado Amador Campos Aburto y su “gallo”, el notario Martín Medina Reyes. Como usted sabe, desde fines del año 2002 y hasta fines del año 2005, Amador Campos Aburto fue presidente municipal de José Azueta y Apolonio Osorio, también Reyes y pariente del notario, su director del departamento jurídico.
    En esos tiempos la relación Amador-Martín no era tan buena como afirman que es ahora. Por esas fechas, el gobierno de Amador reclamaba al aeropuerto de Zihuatanejo (cuya administración siempre se da golpes de pecho defendiendo su presunta decencia) que pagara una lana que a juicio de la autoridad debía por concepto de impuesto predial; algo así como 4 millones de pesos. Martín Medina, entonces representante legal del aeropuerto, dijo: Epa, señores, aquí está el recibo de pago de los 4 melones, así que me van dejando en paz a mis clientes, por favor. Pero resultó que la lana no estaba registrada en los ingresos del “H” y después de buscarle, encontraron que el recibo presentado por el abogado Martín era apócrifo, más falso que un político en campaña.
    El ayuntamiento de Amador, a través de su área jurídica, o sea a través de Apolonio Osorio, trató de “atornillarse” a Martín Medina por el dichoso recibo fraudulento. No le miento si le digo que lo querían meter al bote. El asunto llegó a los tribunales, justo en el momento en que su camarada de Martín, un tal René Juárez, a la sazón gobernador del estado, lo estaba haciendo notario. No me consta pero al parecer hubo incluso un intento de convencer a René de que diera marcha atrás con la patente de Martín. Mas ya era demasiado tarde, para entonces ya se habían tejido millones de nexos, ya habían circulado millones de buenos deseos de un lado para otro. Vaya usted a saber qué pasó con la famosa acusación contra Martín Medina; de seguro prescribió, se perdió el expediente o de plano lo absolvieron y le dieron una lana como indemnización por haber sufrido el levantamiento de “falsas calumnias”, pero la verdad es que nunca nadie ha vuelto a hablar de este espinoso asunto.
    Ya siendo Amador Campos diputado federal y su fiel escudero Apolonio Osorio síndico en Zihuatanejo, hubo un primer intento de parte del “amadorcismo” de desagraviar a Martín Medina. En enero de 2007, el notario reinauguró sus oficinas de la colonia El Hujal y ahí estuvieron Amador Campos y Apolonio Osorio. Pero ahí ya no lo acusaron de andar falsificando documentos oficiales. En ese evento, Amador dijo de Martín, según nota periodística, lo siguiente: “Tras de reiterar la amistad que lo une con el Notario Público No. 4, licenciado Martín Medina Reyes, señaló que es uno de los jóvenes que salieron de este puerto para asistir a una universidad y regresó a poner sus conocimientos en beneficio de la sociedad”. Bueno así la cosa cambia. Apolonio Osorio, por su parte, antes inquisidor, dijo en el mismo acto puras barrabasadas que rebelan el estado etílico del síndico de Silvano a la hora que le pasaron el micrófono.
    No cabe duda que Apolonio quería quedar bien con Martín Medina pues no quiso compararlo con algún prócer del notariado cihuatlaca, como Bolívar Navarrete o Francisco Vargas Nájera o Saulo Cabrera; tampoco quiso equipararlo con algún héroe de talla nacional como Vicente Guerrero o Ignacio Manuel Altamirano, no, camaradas, le halló coincidencias a Martín con ¡Napoleón Bonaparte!, un personaje de la historia universal, que, según el profesor Casimiro, asesor de esta columna, sin su nombre no es posible entender cabalmente la historia de la Europa de los últimos años del siglo XVIII y los primeros
años del XIX y cuya influencia se sintió en América pues mientras sus ejércitos correteaban a los soldados de la corona española en Europa, los criollos pudieron iniciar con éxito la guerra de independencia en varios países del nuevo mundo, entre otros México.
    Hoy se dice que Amador Campos ha resuelto hacer presidente municipal a Martín Medina. Unos creen que dice la verdad pero otros sospechan que Amador está llevando adelante el mismo plan que aplicó con Albert Vázquez hace unos tres años. En esas fechas, Amador llevó a los aspirantes de su grupo a una contienda interna de la que salió ganador Albert, sin embargo en un momento dado, el ex diputado dijo que no levantaba la campaña del ex director de Fibazi y decidió él mismo lanzarse nuevamente como candidato, para jugarla contra Alejandro Bravo, quien le ganó en las elecciones constitucionales.
    Bueno, para saber qué tan real es el respaldo de Amador para Martín Medina habría que analizar los hechos. Uno de ellos es el evento llevado a cabo hace unos dos meses en el Hotel Fontan, donde la agrupación formada para ello le manifestó su apoyo a Martín. La asociación está constituida y encabezada por gente de Amador. Sin embargo ninguno de ellos tomó el micrófono para echarle porras al presunto “suspirante”; el propio Campos Aburto fue a sentarse en la penúltima fila de la concurrencia y no dijo esta boca es mía. Hay quienes dicen que si deveras quisiera Amador impulsar a Martín él mismo habría agarrado la matraca para echarle porras, pero como nada de eso ocurrió, pues como que quedan las dudas sobre las reales intenciones del ex alcalde en relación con el desagravio de Martín. A ver, caro, carísimo lector: ¿Usted cree que Amador va a impulsar lealmente al notario o nomás está esperando el momento para darle el “albert-azo”?
Zihuatanejo, Gro., 11 de septiembre de 2011.