jueves, 23 de junio de 2011

¿A dónde irán los muertos?

I.- Introducción
    Aparte de los muertos que tanto rechazamos, hay otro tipo de “muertos”. En un restaurante, los “muertos” son los platos sucios, recién usados por los clientes; son recogidos de las mesas por los “garroteros”. Los “vivos” seguramente serán los platos servidos que el mesero coloca en la mesa para disfrute de los comensales. Haciendo un parangón con la obra pública podríamos decir que los “muertos” son aquellos equipos en buenas, regulares o malas condiciones que se retiran del servicio público y los vivos… son los que se los llevan.


    Desde el año pasado, el gobierno del estado, el coordinación con el gobierno municipal de Zihuatanejo de Azueta, iniciaron la remodelación del centro de la ciudad de Zihuatanejo. Como parte de esos trabajos muchos recursos materiales que aún sirven y están en buenas condiciones son retirados y sustituidos por otros generalmente nuevos. Por ejemplo, el adoquín, las luminarias y los postes que las sostienen, las bancas de las plazas, entre otros equipos.
    El hecho de que estos materiales sean retirados antes de que concluya su vida útil, implica un desperdicio de recursos. Lo mismo podemos decir de las obras que no duran por que nuestras autoridades encuentran un buen pretexto para volver a realizarlas y gastar ahí un recurso que pudiera dedicarse a resolver otros problemas de la comunidad.
2.- Lo que se instaló en el renglón de alumbrado público
De acuerdo con la dirección de Obras Públicas, durante el actual proceso de remodelación del centro de la ciudad se colocó el siguiente equipo de alumbrado público: En la avenida 5 de mayo, se ubicaron 12 postes con dos luminarias cada uno, del modelo ECOVIA. En la avenida Morelos se instalaron 17 postes del mismo modelo y con dos luminarias cada uno. En la avenida Benito Juárez se destinaron 25 postes con dos luminarias cada uno del mismo modelo ECOVIA.   
En el Paseo de La Boquita se plantaron 17 postes con 24 luminarias del modelo mencionado. En la plaza principal se colocaron 7 reflectores circulares de 22 pulgadas y 7 luminarias modelo URL 100 de 70 watts. Por último, en la calle Juan N. Alvarez se pusieron 7 luminarias URL 100 de 175 watts.
3.- Lo que se retiró
    Para instalar lo que enlistamos en el capítulo anterior, el contratista que realizó la obra de alumbrado público del centro de la ciudad, retiró (según el Ing. Moisés Iglesias, de Obras Públicas) de la avenida 5 de mayo (y del resto de los lugares donde hubo cambios) las luminarias modelo Hacienda que había, tal como lo muestra la foto que aquí se muestra. En la avenida Morelos también se retiraron luminarias tipo Hacienda, mismas que pueden verse en la gráfica tomada durante los trabajos de deforestación del camellón.    De la avenida Benito Juárez fueron removidas lámparas del modelo llamado FUTURA, que se encontraban ahí tal como lo prueba esta foto. (Foto benito juarez con luminarias futura). Del Paseo de la Boquita retiraron las luminarias, al parecer de tipo “Hacienda”. Finalmente, en la plaza principal se retiraron lámparas del tipo Hacienda, del modelo URL 100 y tan sólo 4 de los 8 reflectores que se encontraban en la cancha, a decir del Ing. Iglesias. (Remodelación plaza 3).
4.- Los “peros” del cambio
    Dos cosas importantes salieron a la luz; la primera es que la inmensa mayoría (si no todas) las lámparas que se retiraron donde se instaló nuevo equipo, se encuentra en buenas condiciones a juzgar por lo que dicen las fotos. La segunda cuestión es que todo ese equipo no aparece. Según el Ing. Iglesias no se sabe dónde quedó todo ese equipo, alrededor de unas cien luminarias con sus respectivos postes. Dice que quizás el contratista, cuyo nombre desconocemos, lo colocó en algún otro lado.
    Por su parte el Ing. Gustavo Gurrión Maldonado, director del área de Alumbrado Público, niega que haya recibido todo ese equipo sustituido en el centro de la ciudad. Dice que quien lo retira es el contratista que hace la obra y que no sabe lo que hizo con las lámparas. Afirma que la oficina que dirige se ocupa exclusivamente de dar mantenimiento al sistema de alumbrado, mismo que le entregan formalmente conforme se van concluyendo los trabajos.
5.- Conclusión: ¿A dónde irán los muertos después del despilfarro?
    En este asunto de la sustitución del equipo del alumbrado público vuelve a reforzarse la idea de que tanto el gobierno del estado, como el gobierno municipal, despilfarran de manera increíble los recursos, como si no éstos no hicieran falta para resolver otros problemas urgentes para la ciudad. Eso queda demostrado con las gráficas que muestran un equipo en buenas condiciones, además de que los propios especialistas opinan que la vida útil de esas lámparas debe andar en los 15 años. En el caso del equipo que se instaló apenas, el Ing. Iglesias dice que, con su debido mantenimiento, puede durar hasta 25 años-.  
Llama la atención además que todo ese material e incluso las bancas metálicas que se encotraban en la plaza principal, cuyo importe ha de constituir una importante cantidad de dinero, nomás no aparezca. Dice una canción popular: ¿A dónde irán los muertos? Aquí, como en la conocida melodía tendremos que decir: ¡Quién sabe a dónde irán!