jueves, 23 de junio de 2011

La crisis del transporte. Y nuestras autoridades ¿dónde andan?

1.- El aeropuerto de Zihuatanejo
El aeropuerto de Zihuatanejo se inauguró en el año de 1975; el 2 de julio de ese año. www.aeropuertosdelmundo.com.ar/ dice de nuestra Terminal áerea: El Aeropuerto de Ixtapa/Zihuatanejo, es el que sirve a la turística zona de Zihuatanejo y su playa, Ixtapa, en el estado de Guerrero, México. Además, de vuelos de cabotaje, cuenta con algunos vuelos internacionales principalmente de Estados Unidos y algunos charters y vuelos estacionales a varios puntos de Canadá. Alrededor de 550 mil pasajeros lo transitaron en 2009.


2.- El servicio de transporte terrestre del Aeropuerto
Todos los aeropuertos del país tienen compañías especializadas que prestan de manera exclusiva el transporte terrestre. Los permisos los expide la Secretaría de Comunicaciones y Transportes. El Reglamento del Autotransporte Federal, en su artículo 28, señala que:  En la expedición del permiso para la prestación del servicio de Transportación terrestre de o hacia puertos marítimos y aeropuertos, la Secretaría, recabará previamente la opinión de quien tenga a su cargo la administración del puerto marítimo o aeropuerto de que se trate, en los términos que señala la Ley.
La expedición de permisos para esta modalidad procederá para autobús integral, vagoneta y automóvil sedán, del último modelo fabricado en el año en que ingrese a la operación del servicio, con límite en operación de cinco años, contados a partir de la obtención del permiso, dotado de aire acondicionado y sonido ambiental. Adicionalmente, el autobús deberá contar con sanitario. Dichos permisos autorizarán la libre circulación de los vehículos en todos los caminos de jurisdicción federal, siempre que se tenga como punto de origen o destino el puerto marítimo o aeropuerto correspondiente (negritas del reportero).
De acuerdo con información de fuentes locales, la primera transportadora terrestre del aeropuerto que operó en Zihuatanejo fue Autotransportes de Pasajeros Aeropuerto de Zihuatanejo, S.A. y estuvo conformada por Armando Quevedo Gallardo, Fidel Gutiérrez Gordillo, Ofer Hernández, Mario Morán, Manuel Verboonen, Ernesto Verboonen y Mario Morales Vallejo; gente conocida, del lugar, pero sólo al inicio, después quedaron fuera.
La falta de capital del grupo fue determinando que los socios se fueran deshaciendo de las concesiones; algunas de ellas fueron quedando en manos de Carlos Breuer, del Hotel Catalina, ya fallecido y de Luis Niño de Rivera (también fallecido), que en en esos tiempos fungía como asesor jurídico de la transportadora del aeropuerto de Acapulco. Hay quienes afirman que Luis Niño de Rivera se trajo de Acapulco unidades de desecho y formó aquí la empresa que, después de su muerte, habría de pasar a manos de su hijos y de ahí se vino abajo.
Hoy, en el aeropuerto operan tres grupos: Autotransportes de Zihuatanejo (ATZSA); Enlace Terrestre Aeroportuario S.A. de C.V. (ETASA) y Transportes Ejecutivos de Zihuatanejo S.A. de C.V. (TTAZSA).
Dice el grupo OMA (Operadora Mexicana de Aeropuertos, ahora Servicios de Tecnología Aeroportuaria (SETA), socio del Grupo Aeroportuario del Centro Norte, que opera 13 aeropuertos internacionales del país, entre otros el de Zihuatanejo) en la página web del aeropuerto que “Para su seguridad y confort, en nuestros aeropuertos puede contratar los servicios de las compañías de taxis o empresas de transportación autorizadas, las cuales le brindarán el servicio de transportación ciudad-aeropuerto-ciudad (negritas del reportero). El costo de este servicio depende de la zona de la ciudad de donde se recoge o se lleve al pasajero, y el tipo de servicio que se contrate (individual o colectivo)”.
3.- Las tarifas y la regulación
Los taxis de las organizaciones de taxistas que no tienen concesión en el aeropuerto cobran por un viaje de Zihuatanejo a la Terminal aérea de 120 a 150 pesos. En tanto que una transportadora del aeropuerto cobra en taxi especial 300 pesos al centro de la ciudad y 350 pesos a la zona 1 de Ixtapa; 600 en suburban especial 1200 en servicio redondo y 115 pesos en servicio colectivo. Los altos precios –dicen- se justifican por la calidad y la seguridad en el servicio.
Por disposición federal, los taxis de Zihuatanejo pueden llevar pasajeros a la Terminal áerea pero no pueden cargar dentro del área del recinto aeroportuario. Ellos aseguran que, en correspondencia, los taxis del aeropuerto no deben recoger a los turistas que quieren viajar de sus hoteles al aeropuerto. “Es competencia desleal”, señalan. Más arriba hemos asentado lo que establece el Reglamento del Autotransporte Federal en relación con los permisos para prestar el servicio de transportación terrestre desde el aeropuerto. Ellos afirman que la concesión los autoriza para llevar a los visitantes hacia los hoteles y para recogerlos después y llevarlos al aeropuerto.
4.- El conflicto
El desencuentro entre las compañías transportadoras del aeropuerto y los taxistas tiene años y no se constriñe a Ixtapa-Zihuatanejo. El 28 de noviembre de 2008, el diario MILENIO dio a conocer que la Comisión Federal de Competencia impuso una multa de 2.5 millones de pesos “por la práctica de boicot” a la Unión de Taxistas de Los Cabos”.
En relación con el mismo asunto, El Universal del lunes 26 de noviembre de 2007 dice: “Ante esto, Cofeco inició una investigación de oficio en el mercado de los servicios de transportación de turistas en el municipio de Los Cabos y determinó que esta Unión de Taxistas y sus agremiados, eran responsables de realizar prácticas monopólicas. Estos operadores bloqueaban la entrada de distintos hoteles en aquella zona de Baja California Sur a otras transportadoras, para así obligar a los turistas a utilizar el servicio de taxi en lugar del previamente contratado, como los autobuses o camionetas”.
En Ixtapa-Zihuatanejo el problema ha tomado tientes más graves, pues los bloqueos a taxis y suburbans del aeropuerto, así como a transportes de guías de turistas han proliferado y en algunos casos ha habido conatos de violencia. Los daños al turismo, de por sí maltrecho, son enormes. Apenas el fin de semana pasado hubo bloqueos que afectaron seriamente a grupos de turistas. Al perro más flaco se le cargan las pulgas.
5.- ¿Y dónde andan nuestras autoridades?
Los constantes bloqueos al transporte del aeropuerto ha exhibido a nuestras autoridades de los diferentes niveles. Para empezar ha mostrado que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes ha hecho todo lo posible para no enfrentar el problema que, como dijimos, ha afectado a varios destinos turísticos del país. Ellos son la autoridad en lo que se refiere al autotransporte federal y hasta ahora no han abierto la boca para establecer claramente el derecho de cada uno de los grupos en cuestión. Las autoridades estatales del transporte y de turismo, tampoco han exigido lo necesario para que se resuelva este problema conforme a derecho. Las autoridades municipales de este paríodo de gobierno así como de varios anteriores, han permitido la violación flagrante de los derechos de los ciudadanos que son atacados en la vía pública y a quienes se les ha conculcado su derecho al libre tránsito, por lo menos, pero forzando un poco las cosas hasta podrían ser vistos como víctimas de privación ilegal de la libertad. Ninguno de los presidentes municipales ha tenido el suficiente valor para proteger los derechos de nuestros visitantes. Se preguntará usted, ¿por qué?
Es claro que el interés político ha prevalecido por encima del interés de la ciudadanía. Desde hace años, los taxistas le han vendido a los políticos de Zihuatanejo la idea de que son una fuerza determinante en los procesos electorales, así que no sólo gozan de muchos privilegios sino que han sido convertidos en juez y parte en el asunto del transporte en el municipio. Los partidos políticos les han abierto espacios para los líderes con la intención de mantener de su lado el voto del gremio de los taxistas. Jorge Nogueda,  dirigente de la UTAAZ, fue regidor, igual Mauricio Cancino; Por la delegación de Tránsito han pasado Alfonso Sánchez, dirigente de Microbuseros; Erasmo Landeros, dirigente de otra agrupación de taxistas, es delegado de tránsito desde hace dos administraciones; Belisario Domínguez, dirigente de camioneros de carga; Agustín Almonte y otros dirigentes o miembros del gremio, han recibido posiciones políticas a cambio del apoyo en las elecciones. El otro pago, el más caro, es el que se hace al permitir que los taxistas pretendan hacerse justicia por propia mano ante lo que ellos consideran un agravio. Y quizás lo más peligroso es que los taxistas, con la idea de defender lo que les corresponde, pisan el terreno de la ilegalidad y esto puede traer serias consecuencias
Es obligación de la autoridad encauzar la inconformidad de los taxistas por la vía legal. Si ellos consideran que se están violentando sus derechos deben acudir a las instancias legales y exigir que les resuelvan pero lo que no se puede tolerar es que todo grupo inconforme pretenda cobrarse por sí mismo las presuntas afrentas. Esto no puede seguir siendo una selva donde se olvida que tenemos normas, que hay leyes para resolver. Y si no resuelven entonces se justificará la acción de protesta pero contra las autoridades que están obligadas a dar respuesta. Ninguna autoridad puede escurrir el bulto. Nadie puede decir que este problema no es asunto suyo. Efectivamente no es asunto del Ayuntamiento la expedición de permisos de transporte, pero sí es su obligación garantizar el libre tránsito y la circulación en las calles de la ciudad. No se sabe por qué no le queda claro a los abogados del Ayuntamiento.
6.- La tendencia, hacia la libre competencia.
La Comisión Federal de Competencia ha venido observando que la falta de competencia entre las empresas que operan en algunos aeropuertos como el de la Ciudad de México y entre éstas y las organizaciones de taxistas que operan fuera de las terminales aéreas determina que el usuario esté pagando tarifas muy altas en los aeropuertos y que haya subutilización de los vehículos pues los taxis del aeropuerto tienen que volver vacíos a su base, lo mismo que los taxis que llevan pasajeros al aeropuerto. Ojalá se abran las condiciones para una competencia abierta que permita abaratar el costo del transporte para los usuarios, lo que es chamba, por cierto, de la Comisión Federal de Competencia.