Las Dentelladas
Por El Tiburón
Tal como esperaban los asesores de esta columna, la actividad política se ha reavivado una vez que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) determinó que es legal la fecha del 30 de enero de 2011 para realizar los comicios a través de los cuales elegiremos al gobernador que sustituirá a Zeferino Torreblanca y ostentará el poder en Guerrero por un poco más de 4 años con seis meses. O sea, estamos a un año de que se realice este proceso y si consideramos que los partidos tienen que seleccionar a sus candidatos y luego éstos tienen que llevar a cabo su campaña por todo el territorio estatal, resulta entonces que ha llegado la hora de que aquellos que aspiran a las candidaturas comiencen a moverse a la voz de ¡újule!
Quizás por esto, el día de ayer anduvo por estas tierras de Azueta David Jiménez Rumbo, a quienes sus amigos llaman “Davicito” y algunos de sus enemigos le dicen “cenador Jiménez Rambo” y los más duros le dicen “pinchi cullello vendido con Añorve”.
Davicito Jiménez invitó a una conferencia de prensa que se llevó a efecto en una marisquería de la colonia El Limón. Ahí aclaró que no anda en campaña adelantada como sus contrincantes; que vino a platicar con unos pescadores de Petacalco y, ya encarrerado, quiso saludar a sus amigos los periodistas, a quienes dijo que su partido está jodido pero que él se propone levantarlo por que la gente está abandonada. Añadió que con todo y las zurradas que se han aventado los “pederristas” siguen siendo la esperanza de este país. Que el “pederré” ya no tiene nada que perder, así como lo oye usted, nada.
Vaticinó que él será el candidato del PRD y que les dará una tunda a Lázaro Mazón y Armando Ríos Piter en las elecciones internas que seguramente se realizarán por que él no acepta ni encuestas ni consensos, sino sólo lo que diga la base.
Como que pintó su raya con respecto a Jesús Ortega que los quiere mandar a presumir la obra (¿cuál?) de Zeferino y también marcó sus distancia con el propio gobernador a quien, al parecer, aludió cuando dijo que él va a gobernar con los hombres que lo apoyen en la campaña y no con otros fulanos diferentes.
Cuando algún reportero le preguntó sobre el viaje de placer… perdón sobre el viaje de promoción que realiza el alcalde Alejandro Bravo Abarca, lo único malo que le encontró Davicito al susodicho viaje es que no invitó a su hermana (de David, no la de Alejandro), sólo que lo dijo de otro modo, expresó que no fue un viaje plural por que no invitó a la oposición como sí le hicieron otros alcaldes y es que su hermana es quien encabeza a la oposición en este Ayuntamiento. A mí me destanteó cuando al referirse a Alejandro Bravo dijo “mi amigo y paisano”; yo creía que Davicito era de Zihuatanejo, pero no, ya aclaró que es de Petatlán, con razón la raza aquí casi no lo conoce.
Comentaron algunos de los asistentes que lo único malo que le ven a Davicito es que no tiene dinero para su campaña política; es más que pensaban que iba a vender unos 20 camiones, de los que le renta al gobierno de Manuel Añorve para recoger la basura del puerto de Acapulco, con el objeto de financiar el proceso de campaña, pero no, se nota que anda bastante recortado.
Según algunos observadores, para ahorrar, durante la conferencia de prensa, sólo pidieron tres órdenes de tiritas y tres de camaronillas para una mesa como de 20 periodistas y 4 regidores que, como ya sabe usted, son de muy buen comer (los periodistas). Cuentan que, a pesar de que la cuenta era cualquier cosa, no la pudo pagar Davicito por lo que tuvieron que entrarle al toro, por cuatro rigurosas partes iguales, los regidores del partido negriamarillo que se encontraban presentes.
Yo dije, a lo mejor hubo algún error, quizás el restaurante ya no tenía más que lo que sirvieron, pero no, dicen que la pobreza de la precampaña del aspirante a candidato a gobernador volvió a manifestarse poco después, cuando se reunió con las masas irredentas que esperan su liberación en este distrito, las cuales acudieron por decenas… ¿de miles?... No, por unas cuantas decenas de pelaos, unas 8 ó 10 decenas.
Platican los morbosos camaradas que al que le encargaron unas carnitas de cuche cuitero, al parecer, lo único que encontró fue un cuchito de unos dos meses de edad que, en tres patadas, se terminó lo mismo que cinco kilos de tortillas que habían comprado, así que rápidamente hicieron la cooperacha para mandar a comprar otros cinco kilos que, igual que los anteriores, volaron a las primeras de cambio, sobre todo por que ya se habían agotado las carnitas.
Si me hubiesen preguntado, de inmediato les habría recomendado a un tal Tony Armenta, quien, nomás avisándole con una noche de anticipación, es capaz de conseguir no un cuche, sino una piara completa y además muy numerosa, como para alimentar un mitin de unos 3 mil pelaos por tres días consecutivos, aunque al siguiente anden las señoras en los ranchos buscando sus “cuches” desaparecidos como por arte de magia en los caminos de Dios. Si me hubiesen preguntado, otro cuche más grande les habría cantado.
Lo importante, como dice un filósofo popular de Zihuatanejo, es que no se note que hay miseria.
