jueves, 11 de marzo de 2010

Propuestas de sabios contra la inseguridad


Las Dentelladas
Por El Tiburón

            Antes se discutía aquí si las situaciones difíciles que suelen ocurrir en este destino de playa deberían ser excluidas de las noticias de los diarios. Unos opinaban que los diarios deberían cerrar el pico, mientras que los medios que publicaban estos eventos se defendían diciendo que la única manera de que se corrigieran es que aparecieran las noticias por terribles que fueran. Lo bueno es que hoy podemos decir que esta polémica está rebasada. Hoy, si ocurre algo termina por conocerse tarde o temprano, salga  o no salga en los periódicos. De nada vale hoy andar presionando a los medios. Vaya usted a saber cómo, pero cuando menos se la piensa, el asunto ya anda en el Internet. Así que olvídese usted si cree que ocultando un incidente nos vamos a salvar de la chamuscada.
            El otro gran problema es que antes había uno que otro asalto, eran eventos aislados, pero hoy, mi estimado, la situación es muy grave, según reportan conocedores; según éstos, asaltan en La Chole, asaltan en la ciclopista, asaltan en La Madera, en La Ropa, en el centro, se meten a las casas, en fin. Ahora lo difícil es establecer claramente dónde no asaltan. Y lo peor es que el gobierno municipal con su “polecía” se manifiesta absolutamente incapaz de controlar la situación.
            Siendo esto así, ya sabrá usted que el asalto a dos turistas canadienses en la ciclopista nos ha costado un súper quemada a nivel internacional por que, además, salieron heridas las víctimas.
            Seriamente preocupado por esta situación Junté a los 42 doctores y licenciados que asesoran esta columna y les pregunté: Camaradas: ¿Qué es lo que todos los Ixtapa-zihuatanejenses deberíamos hacer para encontrarle salida a esta difícil situación?
            Dijeron estos analistas que, en primer lugar, hay que determinar si hay una corporación policiaca o alguna institución armada que pueda y quiera hacerse cargo de la seguridad pública del lugar: El Ejército, La Armada, La PFP, la Policía Estatal o los ministeriales. Y olvídese de lo que dice la Constitución. Si alguien le entra, de inmediato hay que entregarles el changarro, sugieren.
            Segunda propuesta: Si no hubiese alguien capaz de poner orden en Ixtapa-Zihuatanejo, entonces proponen que se haga un seccionamiento de la ciudad y que la propaganda del destino diga cuáles son las áreas donde los turistas pueden transitar con seguridad, como en Bagdad, donde dicen que a los visitantes de plano les dicen que no salgan de sus hoteles por que les puede caer una bomba y no precisamente yucateca. Aunque advierten que esto sería una salida transitoria, pues entre la situación actual y el hecho de que lleguen los maleantes a asaltar a los hoteles, sólo media un pelito.
            Otra salida es que las autoridades locales le hicieran como actuó el ayuntamiento de Tancítaro, Michoacán, que de plano renunció en pleno por temor a la delincuencia organizada. A ver si por sale alguno que pueda proporcionar seguridad a la población y a los visitantes.
            Finalmente, proponen que si no funciona todo los demás. Agarremos nuestros calzones y nos vayamos a los Estados Unidos de “mojados” para poder sobrevivir por que al paso que vamos aquí no se van a parar ni las moscas. Sólo nos plantean que, antes de hacerlo, tomemos un curso de natación para que no nos vayamos a ahogar al cruzar el Río Bravo. Segundo, que compremos cascos por que los granjeros de Nuevo México y Texas le disparan a todo lo que parezca inmigrante jodido. Tercero, que le pidamos una pipa prestada a la CAPAZ para llevar un chingo de agua por que el desierto está cañón. Si logramos llegar a alguna ciudad gabacha, que nos pintemos el pelo de “güero” y aprendamos algunas expresiones comunes entre los gringos como: ¡Jola amigou! ¡Mi querer…! ¡Mi no comprender! ¡No problem! Y otras por el estilo.
            Yo a diferencia de los asesores de la columna pienso que, a lo mejor, la virgencita de Guadalupe nos escucha y nos hace el milagro de convertirnos cualquier día en un destino pacífico, seguro, limpio, barato y sin contaminación. Prendamos nuestras veladoras.