Las Dentelladas
Por El Tiburón
En las últimas semanas el diario “Despertar de la Costa” ha publicado por lo menos tres notas en relación con la presencia de cocodrilos en el mar que baña playa La Ropa, dos al menos firmadas por Luvos César Amaro. Todas ellas parecieran escritas por una persona que de plano no conoce Zihuatanejo o le tiene mucho odio a nuestro destino.
La última nota, publicada el día de ayer, dice en su cabeza: “Peligran bañistas de La Ropa y La Madera por cocodrilos sueltos”. Dice que es latente el peligro de un ataque contra bañistas en esas dos playas que, por cierto, son de las mejores que tenemos junto con Playa Las Gatas. O sea, según este diario y su reportero estamos jodidos, pues nuestras mejores playas son un peligro para los visitantes. Todo esto a unos días de que se trate de rescatar el fascinante espectáculo que representa la travesía a nado de la bahía de Zihuatanejo.
Lo que no dicen el periódico y el reportero es ¿qué hacemos con los cocodrilos? ¿Los bombardeamos? ¿Los cazamos y nos hacemos unos zapatos y cinturones con su piel? ¿Los dejamos en paz y pedimos a los bañistas que no vayan a visitar estas playas por que es latente que los ataque un cocodrilo? ¿Que mejor se vayan a otro destino por que aquí corren peligro? ¿Qué hacemos señores?
En ciertas partes, la nota pareciera una película de terror: “… ante los gritos de las personas, una mujer de edad avanzada se salió del mar, pues un cocodrilo se le abalanzó rápidamente en su contra”. Si de exagerar se trata creo que se quedó corto, podría decir que el cocodrilo la correteó sobre los riscos hasta que llegó el reportero a salvarla, quien con su cuchillo le sacó las tripas al “saurio”.
Quienes vivimos aquí y queremos a este destino de verdad, no de la bocina del carro de voceo para afuera, sabemos que la bahía de Zihuatanejo está conectada actualmente con dos esteros importantes por sus dimensiones y por la presencia de vida silvestre, el que se encuentra en La Ropa, junto al hotel de Fidel Gutiérrez y la laguna de Las Salinas. Otro más ya no existe; se localizaba donde se encuentra la desembocadura del canal de La Boquita. Por eso se han encontrado cocodrilos ahí por que cuando no circula bien el agua en esa parte y se deja crecer la hierba, se comienza a reproducir el ambiente del estero.
El ecosistema marino y el de los esteros intercambian de manera intermitente sus contenidos de vida. Especies marinas entran y salen a y de los esteros, sobre todo en ciertas épocas del año. Una de esas especies es el cocodrilo. Y tendrían que darle una revisada a la ley de Ecología por que tendrían que saber que está prohibido incluso modificar las condiciones del estero, como construir barreras para impedir el libre desplazamiento de las especies silvestres.
Mucha gente ha entendido ya que ese no es nuestro hábitat sino el hábitat de esos animales pero que podemos disfrutarlo también. Coincido con quienes proponen que cuidemos de la vida silvestre, que la respetemos y que aprendamos a convivir con ella. Por lo menos yo no comparto ni un ápice con quienes creen que a los cocodrilos hay que amarrarlos para que no anden “sueltos” y que hay que limpiar a balazos esa zona para que los bañistas puedan estar en la playa sin sobresaltos. Para ese tipo de bañistas existe la alberca olímpica con agua clorada para que no haya broncas.
Quizás cuando escasea la comida o cuando se incrementa la competencia entre los machos aumenta la presencia de estos animales en el mar. Pero eso no está ocurriendo de dos meses a la fecha, ha ocurrido siempre, desde que existen la bahía y el estero. A lo mejor eso no lo sabían el reportero y el periódico, pero eso no modifica nada. Y hay que decir que cuando salen los “espantosos saurios”, los buzos andan por ahí, cerca de las piedras buscando los moluscos que les permiten sobrevivir con sus familias y también anda por ahí gente que nada en la bahía de manera cotidiana. Siempre con cuidado, tal vez por eso no recuerdo un solo caso de ataque de cocodrilos a turistas o gente local dentro de la bahía de Zihuatanejo.
Tal vez nomás estén interesados el diario y el reportero en afectar la Primera Travesía a Nado de la Bahía de Zihuatanejo, pero deberían darse cuenta de que están tirando el agua sucia de la bañera con todo y niño. Yo los invito, estimados lectores, a que no los pelen, a que asistan el sábado a Playa La Ropa, a participar o por lo menos a presenciar el renacimiento de la travesía de la bahía que vamos a llevar a cabo con ellos, sin ellos y hasta contra ellos.
Estoy seguro de que si usted ve de cerca a un cocodrilo se asustaría y si ve a cien nadando estaría a punto del infarto; pues permítame decirle que lo mismo o algo peor han de sentir estos animales cuando ven a un humano y más si ven a cincuenta o cien nadando. Nos vemos el sábado en Playa La ropa desde la 8 de la mañana.
